Estos últimos días he estado en obra. He estado ayudando a acondicionar la nueva casa de mi pareja antes de que se mude, lijando, pintando, ensuciándome, limpiándome con aguarrás (que te destroza la piel), ensuciándome de vuelta, y así.
Y en estos días se me ha revelado, cual llama que ilumina mi conciencia, una verdad inobjetable.
Durante prácticamente toda mi existencia conciente ha habido una pregunta, una cuestión que me ha intrigado grandemente: ¿por qué cornos a los plomeros, electricistas, obreros, pintores y afines se les ve el culo cuando están agachados o de rodillas durante la realización de sus diversos menesteres? ¿Es que no se dan cuenta? ¿Es que no les importa? ¿Es que han perdido todo rastro de vergüenza? ¿Es que no han superado la etapa anal exibicionista?
Nada de eso.
La verdad que he comprendido en estos días es que esta infamia es inevitable.
Es humanamente inevitable e imposible mantener los pantalones en una posición tal que cuando un@ se agacha no se asome, tímida o escandalosamente, lo que alguien ha dado en llamar “la sonrisa vertical”.
Es imposible.
Durante la última semana he subido mi pantalón al menos unas cien veces, y se ha vuelto a caer otras tantas veces más. Durante la última semana he llevado mi pantalón casi a la altura de mi cintura, lo cual es bastante incómodo, teniendo en cuenta que el pantalón en cuestión es de tiro medio (no quiero ni pensar qué hubiera pasado si fuera de tiro bajo). Durante la última semana he ajustado mi cinturón decenas de veces, hasta casi cortar la circulación de mi sangre.
El resultado: el pantalón siempre se volvió a bajar. Siempre. Todas y cada una de las veces. Todas y cada una de las veces terminé luciendo al menos unos centímetros de mi “sonrisa vertical”, para escándalo mío y divertimento de las demás personas que me acompañaban en esta empresa, entre ellas, mi pareja.
Es por eso que hoy hago llegar mi solidaridad a todos esos obreros, plomeros, electricistas, pintores y demás que se han dado por vencidos y han resignado toda esperanza de resguardar su privacidad del resto del mundo. Yo estoy con ustedes. Yo comprendo vuestra desazón. Yo comparto vuestra decisión de no luchar contra algo que es mucho más grande y poderoso que un@ mism@.
¡Arriba las rayas de los culos del mundo!
¡No nos moverán!
¡Los culos unidos jamás serán vencidos!
¡Por autonomía y cogobierno de todas las sonrisas verticales!
¡Anarquía es orden, y que a un@ se le vea el culo cuando pinta agachad@ es inevitable!
¡Salud!
Otra cosa: ojalá el mío fuera tan lindo como el de la muchacha de la foto...Si así fuera, ya estaría yo haciendo fortunas en "Mostrando el Culo por un Sueño".
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